El diario secreto de María Antonieta está escrito en letra redondilla y sobre papel pajizo imitando el paso del tiempo. Empieza el 21 de abril de 1770, con el Reglamento para todos los meses, que le escribió su madre, la emperatriz María Teresa de Austria.
Su madre le recuerda la obligación de, nada más levantarse, realizar sus oraciones matinales, de rodillas y una breve lectura espiritual. También le aconseja no leer ningún libro, ni siquiera un folleto, sin pedir la opinión de su consejero, porque mucho de ellos son perniciosos para la religión y las buenas costumbres.
Como instrucciones particulares le advierte no aceptar ninguna recomendación, no mostrar curiosidad y no tener ningún rasgo de familiaridad con la gente común. Además le advierte que destruya todas las cartas que reciba y que no comente en ellas, asuntos domésticos.
Su madre le recuerda la obligación de, nada más levantarse, realizar sus oraciones matinales, de rodillas y una breve lectura espiritual. También le aconseja no leer ningún libro, ni siquiera un folleto, sin pedir la opinión de su consejero, porque mucho de ellos son perniciosos para la religión y las buenas costumbres.
Como instrucciones particulares le advierte no aceptar ninguna recomendación, no mostrar curiosidad y no tener ningún rasgo de familiaridad con la gente común. Además le advierte que destruya todas las cartas que reciba y que no comente en ellas, asuntos domésticos.